OSCURIDAD - A FORMA DE PRÓLOGO

Revisado y actualizado en agosto de 2023.

En cada ser humano hay un poeta o un escritor. Escribir es una forma de compartir experiencias y conocimientos. Si se tiene talento, también se puede entretener al lector. En mi caso, me basta con lograr el primer objetivo, no aspiro a más. Me gustaría que mis lectores disfruten de mis relatos, particularmente con este intento de novela, aunque ésta contenga escenas o episodios crudos y violentos. De esto no estoy seguro, pero lo intento. Mi gran sueño ha sido escribir un libro, nunca supe si sería una novela o un ensayo. Mis intenciones eran comunicarme con mis contemporáneos o con generaciones posteriores a la mía. Quería entregar un mensaje, quería decir, por ejemplo, cómo soy y qué creo poder brindar, en qué forma puedo contribuir a dar una ayuda a personas que pueden encontrarse en situaciones similares o peor. Cuando somos jóvenes creemos tener claras muchas cosas, nos sentimos fuertes y capaces de hacer cosas grandiosas. En cada niño y adolescente hay un héroe, un rebelde , un salvador. No tenemos suficientes conocimientos, pero creemos tenerlos. Las propias  experiencias las consideramos únicas, imposibles de que otras personas las tengan. Nos consideramos únicos, dueños de nuestra propia historia y de nuestro futuro. 

Cuando crecemos y maduramos intelectualmente, nos damos cuenta de que en muchas cosas estábamos equivocados y nos cuesta adaptarnos a nuevos conocimientos, cuando encontramos otras fuentes de información, distintas a las que tuvimos antes. Nos damos cuenta, también, de que en la información que recibimos cuando éramos jóvenes, muchas veces era buena, pero no la aprovechamos bien o la interpretamos de forma errónea. Por otra parte, olvidamos mucho de lo que hemos vivido o hemos hecho. Hay seres que tienen una memoria privilegiada, otros no tanto. También hay factores externos que han hecho disminuir muchas de nuestras capacidades. La memoria es una de las capacidades que más se ve afectada.

Cuando yo tenía unos veinte años de edad escribía muchas cosas en distintos cuadernos que, por una u otra razón, terminaron en la basura. Cuando descubrí  Internet empecé a escribir en varios blogs. Muchos de ellos desaparecieron, por distintos motivos. Allí pude descargar muchas emociones y sentimientos. Pero nunca quedé satisfecho con lo que escribía, siempre sentía que quedaba a medio camino, que nunca decía lo que realmente quería decir. Escribí sobre muchos temas y lo seguiré haciendo. Pero mi meta más importante es la que tengo pendiente desde que era niño: escribir un solo libro. Ese deseo de niño y adolescente es el que me ha acompañado siempre y aunque tanto el argumento como el mensaje han cambiado, en Oscuridad quiero reflejar todo lo que siempre he querido narrar, incluido aquello que me podría avergonzar. Por fin podré contar cosas que nunca me atreví a desvelar ante nadie, lo que podrá sorprender a más de alguno de mis amigos o familiares, incluso a gente que no me conoce de nada. Es posible que más de algún lector se vea reflejado en la narración de mis vivencias y reflexiones. Lo que lamento es que la mayoría de las personas que conocí en mi adolescencia y juventud, a quienes estaba dirigido mi mensaje, ya no viven. Mi intención era interactuar con ellos, hacerlos entender cosas que nunca sabrán, pero ya no existen.

Oscuridad empezó a ser escrita hace algunos meses, pero aún no está terminada. Publiqué algunos capítulos el año pasado, pero luego retiré todo el material para revisarlo y hacer correcciones, más bien de tipo ortográfico, no de contenido. Cuando se escribe es normal cometer algunos errores, no siempre por falta de conocimientos, sino porque las teclas se apretan en forma muy rápida y no es fácil darse cuenta de que escribimos la letra "b" en lugar de la letra "v", por ejemplo. Esas letras están muy cerca, en el teclado.

Las fechas que aparecen en las entradas son de entonces, pero están siendo publicadas en abril de 2022.

Este prólogo fue escrito hoy, 21 de abril de 2022.